dijous, 16 de juny del 2016

¿CÓMO RESPETAR EL JUEGO? SOBRE CONTENEDORES Y CONTINENTES


Si el juego es la acción más importante de la infancia, está claro que éste debe ser cuidado y protegido. El juego requiere de una mirada y de una atención especiales. Merece respeto y consideración. Es por eso que necesita un espacio donde estar contenido y sostenido; protegido y respetado.

¿Cómo respetar el juego?


En algunas entradas anteriores puse énfasis en la necesidad de presentar los materiales de forma estética, armónica, bajo un sentido de equilibrio y belleza. Pero igual que la presentación importa, los contenedores que acogen los diferentes materiales que forman parte de las provocaciones, toman un papel muy importante.

diumenge, 12 de juny del 2016

EL ESPACIO DE MINI MUNDOS EN LA ESCUELA DE MAÇANET DE LA SELVA

Ya hace unos meses que hice un pequeño taller sobre el juego con Mini Mons y Piezas Sueltas en la escuela de Maçanet de la Selva. Asistió todo el claustro, quien jugó y reflexionar sobre el juego en la infancia. Un tiempo más tarde voy recibiendo noticias de la evolución del espacio de Mini Mons y tengo el honor y el placer de hacerles una visita para ver de primera mano cómo les van las cosas. No podía llegar a imaginar el impacto que había tenido esta propuesta: en infantil han montado un espacio único y exclusivo para el juego con Mini Mundos; pero la sorpresa no termina aquí, ya que en primaria también disponen de un espacio donde los niños de 4º y 6º van a crear sus Mini Mons. Increíble!


Aprovecharé esta entrada para compartir la experiencia de Mini Mons en la Escuela de Maçanet de la Selva.
Al entrar en el edificio destinado a la Educación Infantil, un gran vestíbulo nos recibe, y en él, un espléndido espacio preparado con miniaturas y piezas sueltas de todo tipo; una gran plataforma para acoger el inesperado y estantes donde organizar los materiales.




Los niños se preparan para ir a jugar a los diferentes espacios y Aina, una de las maestras, llega con el grupito de niños y niñas que quieren pasar la mañana con los Mini Mons.


Primero de todo se reúnen para mirar quien ha decidido jugar en ese espacio (se encuentran niños de los tres niveles de infantil) y para recordar las normas de juego; básicamente de respeto hacia uno mismo, los demás, los materiales y el espacio. Y dicho esto comienza el momento de juego. No está premeditado, no hay proyectos ni croquis, pero cada uno sabe qué quiere hacer, qué material necesita y cómo organizarse. Se inicia el movimiento, conversaciones intensas sobre qué crear. Sin que nadie diga nada, los niños se agrupan por parejas, tríos, pequeños grupitos, algunos prefieren crear individualmente ... los materiales van y vienen y aparecen multiplicidad de acciones con ellos: hay quien crea, quien apila, quien colecciona, quien clasifica, quien construye, quien inventa, que comparte, quien recoge, quien camina y mira, quien los pasea, quien río, quien está concentrado... pasa de todo y todo está permitido.







Un grupo de niños más pequeños ríen juguetones; se dedican a colocar unas anillas de madera dentro del hueco de una bobina de madera. Después las colocan encima y juegan a correr hasta una esquina del espacio y volver a la bobina para sorprenderse de alguna magia invisible a los ojos adultos.

Unas niñas mayores están recogiendo materiales para hacer alguna creación conjunta: hablan, discuten...


Un grupito de niños se adentra en un juego intenso con las vías del tren: quieren crear un recorrido que baje de la plataforma, para lo cual disponen de unas cuantas piezas de madera y están más de 20 minutos pensando y probando maneras para hacer bajar las vías. Finalmente lo consiguen, un proyecto de ingeniería brillante, con una compenetración espléndida y unas sonrisas de satisfacción de oreja a oreja.

Un niño juega con un avión de madera. Está completamente metido en el juego, parece que no exista nada más que él y su avión. El hace rodar por el suelo, pone personajes dentro, recopila piezas sueltas...

No hay nervios, no hay prisa ... todo es relajado y sigue el ritmo y necesidades de los niños. Cuando las acciones van bajando de intensidad y parece que el juego comienza a finalizar, Aina pone a disposición una cajita que contiene cartulinas y rotuladores e invita a los niños que quieran poner nombre a sus creaciones. La plataforma y los estantes permiten que las creaciones puedan permanecer en el tiempo y en el espacio durante unos días. Todos los niños buscan su cartulina: los mayores se entretienen a demostrar sus habilidades escritoras; los pequeños van poniendo letras, algunos incluso ponen su nombre; otros hacen algún dibujo... todo es válido, es la firma y la impronta personal, la de cada uno. Y así, como quien no quiere la cosa, el espacio de los Mini Mundos vuelve a quedar en silencio, con los tesoros creados durante aquella mañana bien expuestos, como si se tratara de un museo.





A media mañana me recibe la Rosa, maestra de 4º de primaria. Me acompaña en el primer piso, donde se sitúa el espacio de Mini Mons y me cuenta como de emocionada está con este rinconcito que parece mágico. Se ha situado en el pasillo, en un espacio que siempre ha estado vacío; donde han colocado una plataforma sobre la que crear; una mesa de comedor y un par de estantes para organizar el material. La ha ido construyendo con cosas de aquí y de allí y en este proceso, los niños se han involucrado y han comenzado a llevar elementos de casa para incorporar al espacio. Me cuenta que incluso hay niños que han montado su propio espacio de Mini Mons en casa y han empezado a coleccionar materiales.



Hablamos del efecto terapéutico del juego con Mini Mundos; de cómo algunos niños vierten emociones, situaciones complejas, cosas que les pasan a casa... y como esto les ayuda a organizarse, a reestructurarse física y mentalmente.

Es la hora del recreo para los niños, pero dos niñas se acercan a Rosa y le piden que quedarse a hacer Mini Mons y no salir al patio. La Rosa accede y niñas ríen entusiasmadas. Se ve que ya habían comenzado un Mini Mons, inspirado en un fin de semana que pasaron juntas en un lago; y ahora quieren hacer una playa mágica. Con 9 años se observa que hay un premeditación, una planificación de la acción y una colaboración, seguida de un constante diálogo y consenso de lo que hacer.



Después del patio se añaden unos cuantos niños más. Se organizan por parejas y comienzan a pensar qué hacer, a coger materiales y transportarlos hacia los rincones que han escogido para crear. Todos, absolutamente todos, buscan una superficie que no sea el suelo: la plataforma, una mesa, unas pequeñas plataformas que tienen a su alcance, unas telas, un trozo de foam... Un marco que acoge y da seguridad a su juego. Hablan, discuten, transforman las acciones...



Un niño y una niña están haciendo lo que parece una granja al principio: pero poco a poco su proyecto se transforma en la creación de un invento, una especie de teleférico creado a base de pajitas de beber, lana y plastilina. En el proceso aparecen problemas que van resolviendo: ¿cómo aguantar las pajitas? ¿cómo sujetar el hilo que las atraviesa? ¿cómo ganar altura?... ¿mates? ¿ciencia? ¿lengua?.... no sé... todo en uno, me parece...




Sucede algo interesante: en la plataforma hay algunos Mini Mundos que otros niños, en algún otro momento han construido. Unas niñas quieren usar elementos de ellos y los cogen. Algunos niños que están allí se dan cuenta y hacen cumplir las normas: hay que respetar las creaciones de los demás, si quieren utilizar aquellos materiales deberán pedir permiso a los creadores del Mini Mundo.


Las niñas primeras dan por finalizado su Mini Mon y preguntan a Rosa de ir a la sala de informática (donde está el resto del grupo que no está en el espacio) porque quieren hacer una presentación de lo que han hecho. Y completamente motivadas empiezan a buscar tipologías de letras ya construir el texto adecuado para acompañar su experiencia (hay que vuelva a hablar de materias y haga una revisión del currículo de primaria? Creo que queda claro la cantidad de lenguajes y inteligencias que se dan en todo este proceso...).


La Rosa avisa al grupito de niños, que están concentrados con los Mini Mons, que en cinco minutos será la hora de irse a comer. Y ellos se organizan para poner un título a sus creaciones y firmarlas. El resto de niños del grupo pasan por el pasillo que preguntan a sus compañeros por los Mini Mundos creados: se inicia un momento de compartir y de conversación.


Me voy de la escuela completamente emocionada y con los pelos de punta de ver que el juego llega también a Primaria, aquella etapa en la que parece que el juego ya no existe. Completamente emocionada de encontrar que se da un espacio único y exclusivo para jugar a Mini Mons, tanto en infantil como primaria. Completamente emocionada de todo lo que he podido observar y agradecida de que me hayan abierto las puertas para hacer un poco el mirón.






De esta experiencia quedan algunas imágenes y el vídeo que podéis ver abajo; pero también queda la lucha por la transformación; el ver la importancia del juego y la potencia de los Mini Mons, el juego de los juegos; el juego por excelencia... no podemos imaginar la fuerza que tiene hasta que no observamos los niños jugar; hasta que no nos ponemos nosotros mismos / as a jugar.


La magia de un juego complejo y simple; que no necesita electricidad ni programaciones; que es improvisado y forma parte de la cultura de infancia.


Desde Ver Pensar Sentir continuaremos dando fuerza los Mini Mons y el curso que viene continuaremos con más formaciones y transformaciones.

dijous, 19 de maig del 2016

ÉRASE UNA VEZ... LA ORUGA VERDE


"La pequeña oruga redonda y verde querría jugar con las mariposas pero éstas están muy atareadas. La oruguita se queda un poco triste y sola..."

Hace tiempo que quiero iniciar un apartado de libros infantiles de calidad en el blog. Y con la llegada de la primavera, os presento La Oruga verde; una propuesta que nos llega desde Boolino y su magnífica selección de cuentos.

La Oruga Verde es un cuento recogido por las escuelas Waldorf, de la mano de Sally Cutting. A través de unas preciosas y delicadas ilustraciones, nos encogemos a un mundo en miniatura para acompañar a la pequeña oruga verde en sus vivencias.


La historia nos acerca a las emociones de la oruga verde, quien quiere jugar con las mariposas, pero éstas tienen mucha prisa y no se detienen ante la demanda de su compañera, quien entristece y decide ocultarse a través de un capullo que teje. Y cuando sale, lo hace transformada en una hermosa mariposa que va reboloteando por el campo. 

A diferencia de otros cuentos, como La gallinita Roja o El patito feo; La Oruga verde no tiene la típica moraleja final, como la importancia del esfuerzo y el trabajo duro para obtener frutos. En su final, la recién transformada mariposa se reencuentra con sus amigas mariposas y juntas salen volando. Sin pretensión de moralizar.

Es una historia interesante para acercarnos al mundo de la metamorfosis, sobretodo en esta época del año que quien más quien menos guarda y cuida, como si de un tesoro se tratase, una caja de zapatos agujereada con gusanos de seda en su interior. El proceso es espectacular y fascinante para los niños. ¿Y qué mejor que acompañarlo de una buena lectura? Bonita y de calidad. 

Además, al final del libro hay dos propuestas para realizar con los niños/as: una manualidad y un juego de dedos que, al igual que los cuentos, son muy importantes en la pedagogía Waldorf. Si queréis saber más sobre el tema de los cuentos os invito a leer la entrada de De mi casa al mundo sobre Los cuentos de hadas, un tesoro para los niños y niñas; y también a revisar el escrito de Una educació per la vida.


Y yendo un paso más allá, La Oruga verde también puede ser la provocación perfecta para la creación de un Mini Mundo de insectos donde añadir plantas y flores. Estos escenarios en miniatura que nos permiten ver el mundo desde otro punto de vista e incluso jugar con él.




Navegando por la red encontraréis muchas inspiraciones para vuestro Mini Mundo basado en La oruga verde, pero ya sabéis que el mejor de todos es aquel que podáis crear conjuntamente con los niños y niñas. Ahí van algunas ideas:

Fuente: Busy Little Bunnies
Fuente: Pre-school Play 
Fuente: Sand and Water Tables

Sea como sea lo importante es disfrutar de una buena historia. ¡Feliz metamorfosis!



Algunas propuestas para acompañar el libro:

dimarts, 26 d’abril del 2016

TESOROS CREATIVOS (DE PIEZAS SUELTAS Y MINI MUNDOS)


Los tesoros creativos los configuran aquellas propuestas que contienen un alto potencial creativo y divergente para los niños. Son actividades valiosas simplemente por el material que emplean y por la esencia que desprenden. Una esencia cargada de cultura de infancia; de situaciones, acciones, movimientos y juegos que han estado formando parte del ser niño y niña desde hace mucho tiempo. Los tesoros creativos que se presentan en este escrito nos gustan especialmente y hemos dedicado una cuidadosa atención a lo largo de este curso; se trata de las Piezas Sueltas y los Mini Mundos. En este artículo presentamos breves pinceladas sobre estas situaciones de juego, las cuales desarrollaremos en las próximas publicaciones.


Juego con Mini Mundos y Piezas Sueltas de la mano de Joguines Grapat
Lejos de ser propuestas, se trata de situaciones y materiales de una gran belleza, sencillez y al mismo complejidad. Y todas estas características dependen de los materiales que tienen los niños a su alcance; su recolección, organización y presentación.



La recolección consiste en ir a cazar tesoros cotidianos y maravillosos. Es un trabajo encadenando, porque un elemento te lleva a otro casi sin darse cuenta, de una forma sutil e insinuante (y así es como nace el Coleccionismo pedagógico). Los niños y las niñas son grandes recolectores de pequeños tesoros que encuentran en su entorno. Lo diminuto, que para nosotros podría pasar desapercibido, es un gran hallazgo para ellos, que lo recogen y lo guardan con cuidado. Este magnífico coleccionismo que aparece espontáneamente en sus bolsillos, en sus mochilas... Parece que recojan cualquier cosa; pero lejos de ser elementos al azar, son trocitos de mundo que guardan para crear este rompecabezas del Todo y Nada que nos rodea. Son como pequeños exploradores que recogen muestras de la realidad y que si encuentran un adulto que les permita coleccionar y darles una forma organizada, podrán estructurar el mundo; dar respuesta a las mil y una preguntas que les pasan por la cabeza.


Así aparece el juego con piezas sueltas; piezas que se han perdido y encuentran su camino gracias a las manos inquietas que tienen ansia por descubrir y conocer el mundo a través de sus juegos.

La organización se da casi de forma inconsciente. Como seres humanos buscamos la estructura y la clasificación. Ya hablaba Montessori de unos períodos sensibles, y el orden y la armonía aparecen como una necesidad a edades muy tempranas. Así podemos observar niños emparejando zapatos, clasificando materiales, ordenando elementos, creando conjuntos... porque todo el pensamiento lógico matemático, en las primeras edades, parte de la sensorialidad; de lo sentido y vivido. Y somos nosotros, modelos incansables de los más pequeños, los responsables de garantizar esta organización traducida en cuidado y orden. 

Organización y presentación de piezas sueltas

Un orden que difícilmente se concibe cuando hablamos de tal cantidad de materiales y elementos que se ponen al alcance de los niños. Y es entonces cuando aparece el caos, el desorden, la desorganización... ¿Pero qué es el caos? ¿Qué representa para los niños? Difícilmente podremos saberlo si no nos ponemos a su altura e intentamos pensar como ellos. 

Los Nins de Joguines Grapat en una provocacion con piezas sueltas

Gran despliegue de escenarios en miniatura (Mini Mundos) i piezas sueltas

Los materiales de Grapat son abiertos, versátiles, no están estructurados... son perfectos para complementar Mini Mundos y piezas sueltas.

Para los niños el caos es un orden que los adultos no podemos entender. Tan simple y complicado a la vez. No hay orden sin caos, y en un mundo dual como el que vivimos hay que aceptar, vivir y sentir los polos opuestos. Ya sabemos que los niños vibran con la oposición; pasan del llanto a la risa, del amor al odio en cuestión de segundos. Pues en su juego pasan del orden al caos con la misma facilidad. ¿Qué podemos ofrecer los adultos para acoger y dar lugar a este caos? Un espacio seguro, limitando y contenido. Y resulta tan sencillo como crear continentes por el juego (hablaremos de estos continentes en próximos artículos). Una alfombra puede ser de ayuda, al igual que una bandeja, una caja, un marco, un espejo... Y resulta fascinante observar la magia de cuando el juego se encuentra contenido, para que así se da un orden a la dispersión de materiales, una lógica y una coherencia. Llega un momento en que el caos llamamiento para reencontrar el equilibrio, y aquí, el papel del adulto como persona al servicio del juego infantil es primordial. Restablecer el orden para que pueda volver a aparecer el caos organizado.

Materiales que fomentan el pensamiento creativo y divergente © Alex Brosa / Joguines Grapat

© Alex Brosa / Joguines Grapat
"La imaginación es más importante que el conocimiento"(Albert Einstein)

Creando y jugando sin instrucciones con los materiales de Grapat
Hemos hablado de recolección y de organización, pero aún falta tratar el tema de la presentación de los materiales. Ya hice algunas pinceladas al artículo Contemplando la belleza y profundizaremos más en próximos artículos. Seguramente es el asunto más complicado, lo que genera más dudas: ¿cómo coloco esto para que sea sugerente? ¿Qué recipientes uso para provocar con estos materiales? ¿Lo pongo todo? ¿Qué cantidad? ¿Cómo lo presento a los niños? Las respuestas son muchas y muy variadas. No hay una receta mágica ni una única fórmula. Todo depende del momento, el lugar, la situación, la energía... Son tantos factores a tener en cuenta que el mejor aliado son los ojos y su acción silenciosa y cuidadosa: la observación. Deteniéndonos a contemplar las acciones de los niños entenderemos qué, cómo y cuánto necesitan. Es orgánico e intuitivo; también respetuoso con la persona que acompaña el juego (cada uno conoce sus límites frente al orden, el caos y la des-estructuración).

© Alex Brosa / Joguines Grapat
La colocación de las piezas sigue un ritmo estrictamente interno que permite la improvisación y la espontaneidad, siendo todo posible y válido dentro de un entorno preparado, contenido y asegurador. Sólo observar a un niño jugando con piezas sueltas nos podemos dar cuenta de su belleza y naturaleza. Todas las estrategias creativas e imaginativas se ponen al servicio del juego; las manos disponen los materiales huyendo del racionalismo de la mente, que se mantiene callada y serena. Reina la concentración y, a menudo, el silencio. A veces la emoción inunda la estancia, cuando grupos de niños comparten con emoción y efusividad una misma idea. Es en estos momentos cuando aparece un niño o una niña que, con la lengua fuera, pone toda su atención al movimiento de sus manos. La lengua le ayuda a concentrarse, a controlar los movimientos que aún no están del todo adquiridos. Otros crean paisajes sonoros cuando, al colocar los elementos, emiten pequeños gemidos y sonidos que ponen banda sonora a las creaciones, una música que surge de su centro interno. Hay también quien aguanta la respiración mientras apila unas piezas que requieren de equilibrio. No es mágico? Este es el juego real.

"El juego es la más alta forma del desarrollo humano en la niñez, Porque es en sí mismo la más libre expresion el que habita en el alma del niño" (Froëbel)

La composición con piezas sueltas, combinadas con personajes diversos, provocan la creación de Mini Mundos, un tipo de juego imaginativo y de roles que invita y provoca a los niños a ser creativos y espontáneos en un contexto de juego dramático-representativo. Se trata de escenarios en miniatura que representan espacios diversos con los que jugar.


© Alex Brosa / Joguines Grapat
¿Son o no son tesoros creativos? Porque la sencillez es la clave de la vida. Y es en las pequeñas cosas cotidianas donde encontramos elementos insólitos que llaman para formar parte de juegos y aventuras. Afinar la mirada, coleccionar, maravillarse y dejarse llevar son las pistas para encontrar el tesoro. ¿Vienes en su búsqueda?

No hace falta decir que soy fan de los materiales de Grapat. Los Nins me han acompañado de viaje, a múltiples formaciones... Los carretes, casitas, cuencos, bolas... todos son tan abiertos que han servido para hablar de espacios y materiales, de juego al aire libre, de matemáticas, de creatividad, de construcciones... Desde aquí felicitar a todo el equipo de Grapat por su labor como fabricantes de juguetes de calidad, por ser tan auténticos y por abrirme las puertas a su gran proyecto. Por muchos Mini Mundos y Piezas Sueltas juntos!!!

Aprovechar para anunciar que el sábado 21 de mayo volveremos a hacer la formación de Mini Mundos y Piezas Sueltas en Barcelona. ¿Te apuntas? Será de 9 a 14h en el Espai Tata Inti (Carrer d'En Blanco, 38. Barcelona).